Belchite, en Zaragoza, es ese pueblo que sufrió en sus propias piedras el terror y horror de una guerra. Bombardeado y expoliado tiempo después, hoy quiere ser un monumento gigantesto por la paz. "Debió ser precioso", decíamos mientras nos adentrábamos en sus calles. Ahora, la belleza de la ruina habría sido motivo de visita para aventureros dibujantes como Piranesi.
Valgan estas fotografías como recuerdo a quienes perecieron bajo sus escombros. Este pueblo viejo ha sido motivo de estudios paranormales, dicen que se escuchan bombas caer y gritos concentrados en la energía que emanan sus paredes en pie. Yo no me sugestioné, no pensé en nada de ello, pero sí sentí una profunda tristeza.
Tras mucho tiempo queriendo visitar este lugar, casi de forma improvisada nos acercamos hace unos días sin haber consultado ninguna guía ni información sobre cómo acceder. Siempre pensé que se trataba de un enclave abierto en medio de la nada, pero cual fue nuestra sorpresa al ver que se realizaban visitas guiadas y que estaba pegado al pueblo nuevo así como vallado en todo su perímetro.
Con la lengua fuera porque llegamos justos para la visita de las 17h. fuimos corriendo a la oficina de Turismo, ubicada en el pueblo nuevo de Belchite junto a la iglesia. Sin problemas nos dieron cita para esa hora previo pago de 6 euros.
He de decir que también se hacen visitas nocturnas a las 22h. Estos horarios estaban condicionados por la Semana Santa, así que te aconsejo que preguntes por teléfono en la Oficina de Turismo antes de emprender el viaje.
A Belchite se accede desde distintos puntos, nosotros veníamos de Navarra, por lo que bordeamos prácticamente la ciudad de Zaragoza y tomamos la A222, una carretera muy singular con paisaje semi desértico muy atractivo. A la vuelta lo hicimos por la A220 para salir a la A2 a la altura de La Almunia de Doña Godina, aunque se podría bajar un poco más y salir por Calatayud. Lo bueno de la A222 es que se pasa por Fuendetodos, el pueblo Natal de Francisco de Goya, donde hicimos una pequeña parada para conocer su casa aunque fuese por fuera. La carretera, eso sí, es de un solo carril y de asfalto un tanto inestable.
Sobre Belchite no quiero hacer un copia y pega, los guías lo explican estupendamente bien, contando la historia de forma cronológica a través de sus diversos rincones. Datos curiosos, el porqué no se reconstruyó, la historia de los edificios, de las plazas, de las iglesias, casi puedes sentir cómo habría sido todo aquello a cada paso.
Más información Oficina de Turismo de Belchite
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