Granadilla, un pueblo singular en la provincia de Cáceres


Granadilla es ese pueblo que tiene todo para ser etiquetado como singular. Por un lado está situado en el norte de Cáceres, accesible desde la A66 por Zarza de Granadilla, cruzando una carretera que deja entrever el pantano de Gabriel y Galán donde precisamente se sitúa esta localización única donde las haya. Porque, como vemos en el mapa, está ubicada en un lugar rodeado de agua, convirtiéndola así en una población que antaño debió ser excepcional. 



Actualmente está deshabitado, excepto para los campamentos con niños que le dan vida en verano, y además mantiene un horario de visita, en principio diario de 9 a 14h y de 17 a 19h excepto los sábados por la mañana y los domingos por la tarde, y digo en principio porque esta última vez fuimos a visitarlo el sábado por la mañana y estaba abierto.

Fue uno de esos pueblos que quedó abandonado por la construcción de un embalse en los años 60, aunque curiosamente no quedó sepultado bajo las aguas, de ahí que se haya conservado todo su trazado y muchos de los edificios en perfecto estado gracias a una posterior reconstrucción. Es un lugar precioso para recorrerlo en las diferentes estaciones del año. La primera vez lo visitamos en abril y el verdor inundaba las calles, las plantas se enredaban entre los marcos de las ventanas. Esta última vez el verano se había apoderado de la vegetación, el color amarillo, la sequedad aunque también bella. 

Conocido por haber sido protagonista de la película "Átame" de Pedro Almodovar, Victoria Abril y Antonio Banderas se dejaron caer en los últimos fotogramas del film. Un lugar que posee una diversidad de animales como toros, aves y caballos que hacen agradable la visita y que conserva una plaza, una iglesia y una torre así como las murallas, excepcionales. Obligatoria la subida a la torre para divisar todo el pantano, así como recorrer el pueblo rodeándolo a través de las murallas. Ahora las higueras están en su esplendor y el olor que se respira a a cada paso es embriagador, nos recuerda que estamos en verano e incluso, a algunos, nos transporta a cuando éramos niños. 

Os comparto unas fotos de esta última visita, espero que os gusten. También os enlazo al post de la visita que hice el año pasado en abril para que veáis la diferencia de estación. ¡Espero que os gusten!









A extramuros se pueden divisar ciervos





Parte de la muralla




Cuidado, hay que cerrar las puertas cuando dejamos la muralla para adentrarnos en el pueblo

Instalación de arte contemporáneo













Llamada con la campara para el cierre de puertas





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